En el ámbito informático, comprender cómo se mide la capacidad de almacenamiento y la velocidad de procesamiento es esencial. La capacidad de almacenamiento se cuantifica en bytes, donde cada byte representa una unidad de información. Un byte está compuesto por 8 bits. Un bit es la unidad más pequeña de datos y puede tener valores de 0 o 1, fundamentales en la representación de información en circuitos electrónicos. Por otro lado, la velocidad de procesamiento se mide en hertzios (Hz) para indicar la frecuencia del reloj de la CPU, y en bits por segundo (bps) para medir la velocidad de transmisión de datos en redes y conexiones.

Los sistemas informáticos se componen de tres elementos esenciales: hardware, software y datos. El hardware incluye todos los componentes físicos de la computadora, como la unidad central de procesamiento (CPU), la memoria RAM, el disco duro, la tarjeta gráfica y los dispositivos de entrada/salida. El software comprende los programas y aplicaciones que permiten a la computadora realizar diversas tareas, desde el sistema operativo hasta las aplicaciones de usuario. Los datos son la información que se procesa, almacena y transmite mediante la computadora, y pueden ser textos, imágenes, videos u otros tipos de archivos.

La evolución de las computadoras ha pasado por varias generaciones, cada una marcada por avances tecnológicos significativos. Desde las enormes y primitivas máquinas de la primera generación hasta las potentes y portátiles computadoras actuales, la historia de la informática es un testimonio de la innovación constante y el refinamiento tecnológico.

La evolución de la informática ha sido una historia fascinante de avances tecnológicos. Comenzando con dispositivos mecánicos como la máquina analítica de Babbage en el siglo XIX, la electrónica y los transistores permitieron la creación de las primeras computadoras electrónicas en la década de 1940, como la ENIAC.